
una sola gota de luna en la hierba,
dejan andando dos sombras que se reùnen,
dejan un sol vacìo en una cama.
De todas las verdades escogieron el dìa:
no se ataron con hilos sino con un aroma,
y no despedazaron la paz ni las palabras.
La dicha es una torre transparente.
El aire,el vino van con los dos amantes,
la noche les regala sus pètalos dichosos,
tienen derecho a todos los claveles.
Dos amantes dichosos no tienen fin ni muerte,
nacen y mueren muchas veces mientras viven,
tienen la eternidad de la naturaleza.
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